
EDENTULISMO O PÉRDIDA DENTAL
La pérdida de dientes debida a extracción, accidente o enfermedad periodontal: es una condición clínica que puede ser desencadenada por una patología previa de la estructura dental o de sus tejidos de soporte, para lo cual debe considerarse diversas opciones de tratamiento. Por consiguiente, desde el punto de vista académico, la pérdida dental más que un diagnóstico podría ser considerado un hallazgo, que de no ser tratado a tiempo puede llegar a desencadenar alteraciones oclusales y a su vez puede comprometer otros elementos del sistema estomatognático, como la articulación temporomandibular y los músculos de cara y cuello. Esta pérdida de dientes puede ser parcial o total. De acuerdo con el glosario de términos prostodonticos la palabra edentulismo significa sin dientes naturales, esta ausencia de dientes puede ser parcial o total, y dependiendo de esta característica variará la forma de rehabilitar al paciente
Consecuencias del edentulismo o la falta de piezas dentales
Las afectaciones estéticas, en casos de edentulismo total, es máxima dejada a su libre evolución, produciéndose una pérdida de la dimensión vertical que, junto con la falta de soporte labial y el pseudoprognatismo, produciendo un envejecimiento precoz del rostro, el denominado “perfil de bruja”.
Estos cambios estéticos tienen como base unos cambios morfológicos que se producen como consecuencia de la atrofia ósea consiguiente al edentulismo total. Las repercusiones de estos cambios morfológicos son:
Antero-posterior. La combinación del movimiento posterior de la cresta maxilar con el movimiento anterior de la cresta mandibular es responsable de la progresiva creación de unas relaciones en Clase III. La cresta mandibular se atrofia en sentido antero-posterior (vestíbulo-lingual) y vertical, creando la cresta “en filo de cuchillo”.
Transversal. Estrechamiento de la arcada maxilar y ensanchamiento de la arcada mandibular.
Vertical. Aumento de la distancia interarcada, contrarrestando con el acortamiento del tercio inferior de la cara causado por la autor-rotación mandibular. El resultado es el pseudoprognatismo.
La atrofia ósea va a ocasionar problemas prostodónticos entre los que figuran residuos alveolares afilados, zonas desiguales, falta de mucosa queratinizada, tejido residual blando e hipermóvil, mucosa atrofiada, estructuras neurovasculares vulnerables, lengua abultada, crestas oblicuas prominentes, etc.
Todo este proceso, basado en la reabsorción ósea progresiva, es un proceso predecible y ciertamente se puede detener su progresión si se conocen las bases morfológicas de su evolución.
Las modificaciones que se producen en el hueso alveolar post-extracción son de origen multifactorial. La reabsorción ósea progresa en muchos pacientes con lentitud y es poco intensa, pero existe un grupo en el que uno o más factores estimulan la reabsorción, en algunos casos la reabsorción rápida se produce durante los primeros años para luego devenir lentamente. Por ejemplo, es de especial mal pronóstico ser mujer blanca con una masa ósea disminuida o afectada de una enfermedad sistémica.